Si estás pensando en cultivar tu propia hierba, seguro que estás inmerso en un mar de dudas sobre qué material necesitas, de qué puedes prescindir, cuidados, interior o exterior, etc… Y cuanto más te informas, más material necesitas, por lo que la inversión inicial va creciendo.

Esto no tiene que ser así… podemos cultivar nuestra propia marihuana sin necesidad de invertir una gran cantidad de dinero.

Lo primero que deberemos tener en cuenta es el tipo de cultivo, ¿exterior o interior?, esto va relacionado según el espacio que disponemos y la cantidad de cosecha que necesitemos.

El cultivo exterior normalmente tiene menos factores que debamos controlar y para que no llame la atención a vecinos y ojos ajenos seguramente tendremos que cultivar menos plantas. Aunque este tipo de cultivo generalmente no necesita tanto cuidado, si que estará expuesto a las inclemencias del tiempo, plagas, o incluso factores ambiente que pueden perjudicar la planta como una farola cercana a nuestro balcón que altere el ciclo de luz.

Por el contrario, en un cultivo de interior, no tenemos el problema de si hace sol, llueve o graniza aunque sí que aparecen otros factores a vigilar. Aunque la inversión es más elevada, la amortizamos rápidamente pudiendo hacer varios cultivos con el mismo material y poner más plantas en el mismo espacio que en exterior.

Un dato a tener en cuenta es que en interior, nosotros decidimos cuándo plantar, y por tanto, podemos “controlar” cuando cosechamos. En exterior, la época de cosecha la marca la planta, centrándose entre septiembre y noviembre en el hemisferio norte. OJO, siempre hablando de plantas fotodependientes, es decir, que no sean Autoflorecientes.

Lo que sí está claro es que tanto en cultivos en exterior como cultivos en interior, tendrás buenos resultados si realizas los cuidados necesarios.

¿Que necesito para el cultivo exterior?

Realmente no necesitas mucho. Semillas, un buen sustrato y un lugar para la planta. Aunque para un resultado óptimo, deberás adquirir un buen fertilizante e insecticidas o fungicidas en caso de necesidad. Dependiendo de la cantidad de plantas que queramos tendremos que abastecernos de más o menos cantidad.

Pongamos que cultivaremos 2 plantas en nuestro balcón o terraza, pues necesitaremos:

• Aunque lo que queremos son 2 plantas, es recomendable hacer germinar algunas más, debido a que puede suceder que no todas las semillas germinen. Una vez estas semillas progresan y empiezan a sacar sus primeras hojas en las “yogurteras” podemos descartar las más pequeñas o débiles.

• En cuanto a las macetas necesarias, es muy relativo, depende de la variedad que vayas a plantar, y de la época del año en que plantes. No es lo mismo una Critical + plantada en marzo, que una Amnesia plantada en junio, y viceversa. Lo mejor mirar la información de la variedad antes de comprar las macetas.

• En cuanto al sustrato, lo más recomendable es comprar uno de calidad, y no los sacos de sustrato universal que venden en los bazares. La composición ideal es una mezcla de turbas, algo de perlita para la aireación, y si queremos ahorrarnos el abonado de los primeros días, que lleve algo de fertilizante añadido.

• De los fertilizantes podemos prescindir inicialmente si tenemos un sustrato adecuado que aporte alimento a la planta, pero incluso si lo queremos comprar inicialmente podemos adquirir pequeños kits de fertilizantes que contienen líquidos para cada fase y son más económicos para empezar. Más adelante ya iremos añadiendo fertilizantes según nuestras necesidades.

• Y lo mismo sucede con los insecticidas, ¿para qué queremos comprar insecticida si no tenemos ninguna plaga ni sabemos qué plaga nos puede afectar? Ahorremos ese dinero para cuando realmente nos sea necesario.

En cuanto a las semillas, actualmente hay en el mercado diferentes opciones disponibles, desde las semillas de banco, a las semillas a granel, más económicas, pero sin la garantía que ofrecen algunos bancos en caso de incidencias durante el cultivo. Aunque cada vez más, las semillas a granel funcionan igual que las envasadas.

Si seguimos estas pautas veremos que el presupuesto no es nada elevado, desglosamos las recomendaciones con productos y precios para confirmar todo lo dicho anteriormente.

• semillas - a granel entre 1 y 3€ unidad, y de banco entre 7 y 12€ unidad dependiendo variedades, bancos y cantidades

• maceta - desde macetas para germinar a pocos céntimos cada una a contenedores a 10€

• tierra - light mix sin abono 70litros PG6 mas trichos/ all mix PG6 + trichos + humus + enraizante

• kit fertilizante

Un coste muy asequible para un cultivador que empieza a hacer sus pinitos cultivando su propia hierba.

¿Que necesito para el cultivo interior?

Aquí la cosa se complica, pero en contrapartida tendremos un cultivo más regulado y más acorde a nuestras necesidades, incluso podremos disponer de más plantas por metro, obteniendo mejor rendimiento. Pero tendremos que tener algunas cosas en cuenta:

Espacio de Cultivo

Para cultivar en interior deberemos elegir qué zona utilizaremos en nuestra casa y de esta manera podremos saber qué posibilidades tenemos para el cultivo, desde poner un armario, a cultivar directamente en la habitación. Una vez sepamos el espacio disponible, sabremos la cantidad de plantas que podemos poner.

Si optamos por comprar un armario, tendremos que contar con el espacio para poner los diferentes elementos necesarios.

Aunque los armarios puedes encontrarlos a partir de 70 €, también podemos adaptar alguna habitación que tengamos en casa o incluso un armario antiguo adaptado para nuestro cultivo.

Si no tenemos mucho espacio para la producción que queremos, podemos optar por realizar técnicas más avanzadas de poda o entutorado..

Nuestra elección para armarios por su relación espacio/rendimiento es el de 1.2x1.2x2m  

Iluminación en el cultivo

Para que nuestras plantas tengan el ciclo de luz adecuado deberemos instalar una lámpara (o varias según el tamaño del espacio) que emita el rango de luz adecuado para las diferentes fases de las plantas.

Básicamente, tenemos 3 tipos de bombillas; las fluorescentes o de bajo consumo CFL, las de sodio y halogenuros metálicos, y los LED, aunque en los últimos tiempos han aparecido otros sistemas, como el plasma, o las bombillas cerámicas.

Estas pueden ser específicas para cada fase o mixtas. Algunos cultivadores cambian las bombillas dependiendo de la fase de la planta, usando las específicas de crecimiento y floración, aunque muchos cultivadores deciden utilizar bombillas mixtas con un rango de luz mayor para cubrir las necesidades de la planta tanto en crecimiento como en floración. De esta manera sólo debemos invertir en una bombilla, en vez de dos, reduciendo la inversión.

Inicialmente lo más económico es el sodio y los halogenuros, y de hecho es lo más fácil de encontrar en cualquier grow pero junto con el plasma y las bombillas cerámicas generan mucho calor y el consumo es más elevado. Para reducir este consumo y la emisión de temperatura podemos adquirir sistemas LED, pero la inversión a realizar será muy elevada o fluorescentes, más económicos, pero con ambos los resultados no son tan buenos.

Dependiendo del sistema que utilicemos será necesario un balastro, y un reflector.

El balastro es el encargado de transformar el voltaje de entrada al que necesita la bombilla para funcionar correctamente, debido a que suelen necesitar potencias más elevadas de las que aportamos con el sistema eléctrico de casa. Existen dos tipos básicos: los electromagnéticos y los digitales.

Con los digitales generalmente podemos variar la potencia, con lo que podemos utilizar lámparas con diferentes W en el mismo balastro. También suelen hacer menos ruido y generar menos temperatura, pero habitualmente son más caros.

Los reflectores son los encargados de distribuir homogéneamente la luz aportada por la bombilla por el armario, de esta manera conseguiremos que llegue luz a todas las partes de la planta.

Por otro lado, también necesitarás un par de cosas que su coste es menor, como un temporizador para que se encargue de encender y apagar la iluminación automáticamente y los colgadores regulables con los que se fijarán al reflector para variar la altura según el tamaño de la planta.

Nuestra elección:

• bombilla: Xtrasun mixta de 600w

• reflector: Azerwing

• balastro: Electromagnètico TWT 600W

• temporizador Legrand analógico

• colgadores Reflector Lighthanger

Clima y olores

Uno de los beneficios de cultivar en interior es poder controlar la humedad y temperatura del espacio de cultivo. Para conseguir esto, lo primero que necesitamos es hacernos con un termohigrómetro que nos marque la humedad y la temperatura.

Para conseguir un clima artificial adecuado necesitaremos extractores y ventiladores que hagan circular y regenerar el aire del interior del armario. Extractores hay de varios tipos entre los que elegir dependiendo de la ubicación del cultivo, debido al ruido que generan. Por ejemplo, ubicamos el cultivo en la habitación contigua a un dormitorio, será recomendable utilizar extractores más silenciosos o  elementos reductores de ruido.

Un factor que suele preocupar a los cultivadores es el olor que se desprende, por lo que necesitaremos filtros de carbón activo que se colocan en el extractor y/o ambientadores para neutralizar los olores no deseados.

De estos sistemas encontramos de muchos precios, pero dependen de las necesidades que tengamos en el cultivo. Nuestra recomendación es que no invirtamos en estos sistemas inicialmente, solo un extractor para renovar el aire del interior y que no se vicie.

¿Por qué no? Muy sencillo, no sabemos qué necesidades tendremos, porque todo depende del ambiente exterior, variedad que cultivamos y época del año. Puede que necesitemos variar la temperatura por lo que colocaremos un calefactor o un sistema de aire acondicionado, o si tenemos que reducir el olor, colocaremos un filtro o un ambientador  en el tubo de extracción según las necesidades.

En definitiva, es preferible sacar menos rendimiento en un primer cultivo, y poco a poco ir viendo qué está funcionando mal y solucionarlo, que no hacer una inversión de dinero y material muy grande, para después no usarlo. No debemos dejarnos llevar por lo que nos dice fulanito, o lo que leemos en tal foro. CADA CULTIVO ES DIFERENTE.

Ten presente que nada es para siempre pero sí podemos alargarlo el máximo posible cuidándolo y manteniendolo como es debido. Dentro de todo el material que compremos inicialmente tenemos algunos como las bombillas, el filtro o el sustrato que tienen una vigencia limitada y deberemos renovarlos cada cierto tiempo.

Nuestra elección:

Filtro: PK eco 125/250mm

Extractor: TT V 125mm

Intractor: VKO 100mm

En resumen

Lo primero es decidir qué tipo de cultivo deseamos hacer, teniendo en cuenta el espacio disponible.

Ten en cuenta que el cultivo exterior es más económico pero el número de plantas es menor, y dependemos de factores climáticos y ambientales no controlables, y generalmente son cultivos más largos. Por el contrario, el cultivo interior da más rendimiento en menor tiempo, pero la inversión inicial es mayor y tenemos más parámetros a controlar.

Una vez decidido, deberemos invertir en el material que realmente necesitemos, pero es importante no escatimar en según qué materiales, pues esto supondrá una doble inversión al tener que mejorar un sistema que desde el principio no era el adecuado.

La mejor inversión que puedes hacer es en tiempo, tiempo para tomar decisiones, y tiempo para tus plantas. No las descuides y estate pendiente de todo, más vale prevenir que curar.